Hoy nos trasladamos a un precioso pueblo de Cantabria, concretamente a Lierganes, declarado de interés histórico-artístico nacional en 1978, concentra una valiosa arquitectura clasicista de los siglos XVII y XVIII, fruto del auge económico que la fábrica de artillería propició en ese período en la comarca.
El núcleo urbano está asentado a los pies de dos pequeñas elevaciones: Marimón y Cotillamón (conocidas popularmente como «Las Tetas de Liérganes» por su parecido antropomorfo).
Seguro que a muchos os suena la historia del Hombre-Pez, Francisco de la Vega nació en la localidad en 1660 y, tras arrojarse al río Miera, desapareció en el Cantábrico. Cuentan que fue localizado años después, perdida la razón y el habla, en la bahía de Cádiz.
La parte vieja de Liérganes (El Mercadillo) es conjunto histórico-artístico e incluye, además de las casonas populares, el Palacio de Rañada o Cuesta-Mercadillo, la iglesia de San Sebastián, la parroquial de San Pedro Ad Víncula, las casas de los Setién y los Cañones, las capillas del Humilladero y el Carmen y el puente nuevo. A pesar de la indudable relevancia de este conjunto, el monumento más importante del municipio es el museo-palacio de Elsedo, en Pámanes.
Podemos destacar también, ya en otras localidades, la Cruz de Rubalcaba o el palacio de San Jorge, en Tarriba.
La gastronomía de Liérganes conquista por sus exquisitas carnes y pescados de río, así como por sus reconocidos quesos frescos y de nata y su famosa repostería a base de «sacristanes» o el chocolate con churros.
Cómo llegar a Liérganes
Podemos hacerlo bien con nuestro vehículo privado, en tren, ya que desde Santander, cada 30 minutos, sale un tren desde la estación de FEVE dirección Lierganes por unos 3€.
Otra opción es hacerlo mediante bus, concretamente la empresa Alsa tiene una linea que nos llevará también desde Santander por unos 6€.
La ruta
Pero ahora vamos a lo que nos interesa, y es como subir a su famosas «tetas».
Comenzaremos dejando el coche en el parking al lado de la estación de tren, desde ahí, cogeremos la calle San Martín, (como podéis en la siguiente foto).
Prácticamente todo el camino es por carretera asfaltada y con subida, con tramos más fáciles y otros un poco más complicados. Es posible subir por algún caminillo de tierra.
Cuando el camino se divida en dos, continuaremos por el lado derecho. En el siguiente cruce, nosotros seguimos por la derecha, unos metros más adelante, seguiremos todo recto y después giraremos a la derecha y derecha.
Llegado un punto (como podéis ver en la foto), junto a una casa, deberemos salirnos del camino, a unos 200m nos desviamos a la izquierda del camino ascendiendo a través de las praderas siguiendo una alambrada a mano izquierda, hasta llegar a la parte superior donde nos encontraremos con un camino que asciende desde Rucandio.
Tomamos este camino en sentido ascendente con la cima de Cotillamón delante de nosotros y tras pasar por dos bordas, nos desviaremos por el camino que asciende directamente a la Peña. Tras nosotros tenemos la primera de las cumbres, a la que podemos ascender por el camino que veamos más fácil, trepando directamente a la cima (también podremos dar la vuelta para subir por el camino principal.
Desde la cima de Cotillamón obtenemos las siguientes vistas:
Para coronar la siguiente cima descenderemos por al collado entre ambas, donde se sitúa una casa ganadera (CUIDADO CON EL PERRO), y ascenderemos de manera directa también a esta cima, llamada Miramón, donde en la cumbre encontramos una plataforma de cemento.
Como veis, las vistas son increíbles, se llega a ver en días despejados la bahía de Santander.
Nosotros decidimos volver por el mismo camino por el que subimos, pero se puede continuar y hacerla circular aunque el camino es más complicado.
Aquí os dejamos el link para hacerla circular de Wikiloc
Esperamos que os animéis a hacer esta ruta 🙂
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